J.M. VELASCO: PASIÓN Y FUERZA CREATIVA

Tengo el privilegio de conocer a José Manuel Velasco como persona y como artista desde hace muchos años, así que para mí supone un gran orgullo el comisariar esta exposición y un gran reto el condensar en pocas palabras mí opinión y sentimientos hacia la obra de este gran artista y amigo.

INTERIORES es el título genérico de esta exposición pero es algo más. Interiores es la idea general sobre la que J.M. Velasco desarrolla parte de su creación, entendiéndola como la excusa creativa para plasmar las esencias, las ideas, los sentimientos… que hay dentro del mundo sensible que nos rodea. Por tanto, interiores no hace referencia absoluta al significado literal y material de la palabra, sino que va más allá del interior de una construcción, de una persona…busca la esencia, el alma de las cosas. En este caso ha tomado dos pretextos para esta búsqueda: los interiores de iglesias o catedrales y retratos como representaciones más auténticas del interior de los seres humanos.

En cuanto a los constructivos, estos interiores representan el deseo de plasmar, en su inequívoco lenguaje expresionista, la atmósfera espacial y especial que existe en los templos, considerados como un lugar o espacio de alta carga emocional por ser, podríamos decir, puntos de contacto o comunicación con algo superior, pero con un carácter espiritual, no religioso, de lo sagrado. En cuanto a los retratos, estos lo son del alma. Obras maestras de primera línea a la altura de los grandes expresionistas alemanes o americanos pero con algo más: hay vida y sentimientos reflejados en ellos con una gran calidad e intensísima fuerza, característica presente en todos los grandes genios de la pintura española como Goya, El Greco, Picasso…

La plasmación plástica de estos sentimientos la hace a través de un lenguaje expresivo y potente, con una pintura muy matérica, densa y gestual, con trazos muy marcados con sus propias huellas y profundamente cromática. Es una pintura táctil y de gran complejidad tonal y compositiva, pero, en su obra, el valor dibujístico subyace en todas sus composiciones donde, a pesar del caos “bien organizado” hay un trabajo de dibujo de base que sirve de semilla para la fructificación de la composición.Es un creador que pinta desde la pasión pero siempre con un proyecto mental, boceto, seguimiento y toda una construcción matérica que, rompe las líneas, desdibuja y los espacios se liberan creando una emoción que está por encima de cualquier abstracción y que se explica tras una larga contemplación, pero que realmente seduce desde el primer instante. En general, su obra, como escribe Carlos Delgado (El Punto de las Artes. Septiembre de 2003)”… Elabora un proceso de investigación plástica generalmente centrado en el binomio de abstracción-figuración y que se apoya en una solución formal de gran consistencia matérica y exquisitez textural.”

Nos encontramos ante un pintor que conoce el oficio y todas las experiencias plásticas contemporáneas, con una trayectoria larga y coherente que se ha ido enriqueciendo con un gran bagaje cultural, fruto de sus estudios, amistad con grandes personajes del mundo de la cultura y sus viajes por todo el mundo. Es uno de los mejores artistas expresionistas españoles actuales, sobresaliendo sobre todo por ser un “brujo” del color y por la gran pasión materializada en su obra. Está, por supuesto, en primera línea entre los expresionistas de las corrientes internacionales pero con algo más que lo define: es un artista pasional, sugerente, enigmático y fascinante, con una pintura no de modas, sino perdurable y auténtica.

Felicito finalmente a J. M. Velasco por estas obras, resultado de una lucha y evolución constantes indagando e investigando por un camino, nada fácil, como es el de la creación artística. Y agradezco, en su nombre, la posibilidad, que el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Exterior de la Universidad de Málaga, le ha brindado para poder dar a conocer su obra a través de esta exposición, presentada ya en Madrid con gran éxito de crítica y público.




Óscar Rodríguez Sánchez


Licenciado en Historia