JOSÉ MANUEL VELASCO Y LA FORMULACIÓN DE NUEVOS CAMINOS EXPRESIVOS

José Manuel Velasco es un joven pintor formado a sí mismo, autodidacta y estrechamente ligado a su tiempo. Su currículo es extenso a pesar de su juventud con exposiciones en Madrid y en diferentes lugares. Actualmente se encuentra afincado en Granada, en busca de nuevas fórmulas pictóricas, y en busca de nuevas raíces figurativas y de expresión.

Ha recorrido varias veces Europa, retratándola, retomando los valores estéticos-culturales que han salido a su paso, intentando reflejar las impresiones que ha captado en diferentes momentos del día y dejando la mente “volar” ante distintos monumentos y obras de arte, extrayendo de ellas sus líneas principales, esquematizándolos con enorme sobriedad y plasmando su estado anímico en el lienzo ( tal es el caso de sus cielos que rompen con lo convencional y buscan en el interior, acercándose a la pintura expresionista de la primera posguerra).

Pero este expresionismo se acentúa más en sus personajes. Personajes tímidos, silenciosos, melancólicos donde el rostro no interesa, sino que busca la expresión intimista del alma humana, del sentimiento de la condición humana y del enorme peso de la humanidad que lastran sobre una existencia ineficaz, anodina, sin turbulencias. Personajes arraigados a su tierra, tierra donde el pintor busca su raíz última, acercándose al costumbrismo, reflejando tradiciones a veces de manera burlesca y caricaturesca, mirando en el interior de sus personajes en busca de sus defectos morales, pero no ridiculizándolos. Personajes, paisajes, cielos, fondos, que se delimitan con una pincelada pastosa, larga, gruesa serpenteante, llena de color y fuerza, sin titubeos, sensacionalista y atrayente, que cautiva al espectador con una sola mirada.

La fuerza emocional se muestra no sólo a estos seres lánguidos, sino que aparece en su poderosa línea de contorno, en sus rasgos puntuales, y por supuesto, en sus cielos y fondos, que muestran en la mayor parte de los casos el angustioso peso del universo sobre sus personajes y sobre los edificios, con matices rojizos, amarillentos, que conjuga con asombrosa sabiduría, y dando a su pintura ese toque de expresionismo narrable y expreso que el pintor siente en toda su magnitud.

En sus últimas obras se nos muestra una tendencia cada vez más fuerte hacia la abstracción, dejando de un lado lo figurativo y con un enorme estudio de las técnicas, que él utiliza con enorme autodidactismo, sin flaquear en su gran esfuerzo de superación que viene dado por su amor a la pintura.



Ángel Jiménez Jiménez


Licenciado en Historia del Arte